Bremerhaven

Estrenaré la categoría “terrícola” con esta entrada, en la que quiero compartirles dos breves videos que grabé durante mi estancia en Bremerhaven (Alemania), justo antes de embarcarme en el carguero Buxcoast para regresar a América. Bremerhaven es una ciudad de 100,000 habitantes, situada en el norte del país, muy cerca de Bremen. De hecho, su mismo nombre significa “el puerto de Bremen”. Se trata, como pueden imaginarse, de una ciudad completamente volcada hacia el mar.

Bremerhaven es uno de los puertos más importantes de Europa, tanto en lo que se refiere a la pesca como al tráfico comercial. Históricamente, fue el punto de salida para los más de siete millones de alemanes que emigraron a los Estados Unidos durante los siglos XIX y XX. Hoy en día, existe un Museo de la Emigración que conmemora este éxodo (aquí un completo texto sobre el tema).

Yo estuve en Bremerhaven apenas un día, llegué el domingo a mediodía y el lunes por la mañana ya me fui para el barco, de modo que no pude explorar todos los atractivos, ni siquiera los más importantes. Al respecto, lo que más me pesó, sin duda, fue no haber visto el Museo de la Emigración más que en un folleto, así como no subirme a la Torre del Radar (me enteré de que se podía hacer cuando ya estaba embarcado).

El primer video que les comparto se centra sobre todo en el Museo Alemán de la Navegación, un lugar que realmente tiene mucho material para quien esté interesado en los barcos y la historia de la navegación. Yo recuerdo especialmente la reconstrucción del «Bremer Kogge», un barco del siglo XIV cuyos restos fueron encontrados en 1962, y también el submarino militar «Seehund», una máquina asesina para sólo dos tripulantes (los cuales si no recuerdo, debían estar sin moverse de su asiento durante todo el tiempo que durase la misión).

La visita al Museo incluye también el acceso a varios barcos, entre ellos un ballenero de los años 50 y un remolcador conocido como el “tractor de agua”, dotado de una hélice con un diseño muy novedoso, que le daba mayor movilidad. En el mismo espacio se puede ver el primer hovercraft. Para quien le guste el mar, sin duda una gran experiencia.

El segundo video es el de mi visita al interior del submarino Wilhelm Bauer, lanzado en 1945. Me parece una experiencia muy interesante, el estar dentro de un submarino de la Segunda Guerra Mundial. Y, desde luego, quienes nos interesamos por el turismo espacial no podemos dejar de hacer comparaciones.

Debo advertir de que el video ni siquiera menciona esas comparaciones, al contrario, es un video “graciosito-wannabe” de un aspirante a youtuber (al igual que el anterior). Pero creo que si se observa desde la perspectiva del turismo espacial, puede suscitar ideas sobre nuestro tema.

Piénsenlo: una tripulación aislada en medio de un entorno hostil, dependiendo por completo de los sistemas de soporte de la nave, durante largos períodos de tiempo…

José María Filgueiras Nodar

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